El primer empleo nunca se olvida y para muchos y muchas jóvenes ese estreno ocurre a pie de playa o junto a la piscina. El socorrismo se ha convertido en una de las salidas laborales más accesibles para quienes buscan un primer contacto con el sector sanitario o un primer trabajo flexible y lleno de valores. En los meses de abril y mayo se convocan las pruebas de acceso a socorrista para el próximo verano, y Cruz Roja es una de las organizaciones que más sabe sobre este asunto, ya que no solo dispone de centros acreditados que permiten obtener la titulación, sino que representa en muchos casos esa primera oportunidad laboral para los y las jóvenes que buscan encontrar un empleo frente a la orilla.

La importancia de este trabajo resulta incalculable. Según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que elabora la Federación Española de Salvamento y Socorrismo, 471 personas fallecieron por ahogamientos en espacios acuáticos españoles en 2024; 213 de ellas en lugares donde no existía servicio de socorrismo. Proteger la salud de las personas, en estos y otros lugares, es una de las prioridades de Cruz Roja, que cuenta en la actualidad con unos 1.350 socorristas en temporada de playas, de los cuales más del 80% tienen menos de 30 años. En los últimos años, se ha ido incrementando ligeramente el número de mujeres pasando de 281 en 2022 a 332 en 2024.

El del socorrista, admiten desde Cruz Roja, “es un empleo temporal y de transición para las personas jóvenes que sirve principalmente para obtener ingresos estacionales”. “Sí que hay jóvenes que se quieren dedicar a ello de manera más continuada y con un interés profesional claro, pero esto se da sólo en lugares donde este tipo de trabajo no es tan estacional (Canarias, por ejemplo)”, abordan.

Pero ser socorrista, lejos de lo que se pueda pensar, no significa únicamente saber nadar. Antes de poder ejercer esta profesión, se debe poseer el título de socorrista acuático y estar formado en primeros auxilios y en RCP y DESA. También debe superarse un examen teórico. Las pruebas físicas son una parte importante y aunque varían dependiendo del territorio en algunos puntos, en general son muy exigentes. El candidato o candidata debe demostrar su resistencia física, ya sea mediante una carrera por la arena de la playa y nado en el mar; nado en piscina en distintos estilos; buceo; o llevando a remolque un maniquí.

Dolores y Marcos: socorristas en ciernes

Dolores Trueba, de 19 años, lleva practicando natación toda la vida. A ello se suma que está muy vinculada con el sector sanitario; “me gusta mucho cuidar y ayudar a la gente”, dice. En la actualidad está cursando el grado superior de Anatomía Patológica con la intención de entrar después en Enfermería, estudios que compagina con unas prácticas en un hospital de Santander. Eso no le ha impedido presentarse a las pruebas de acceso a socorrista que se llevaron a cabo el pasado 12 y 13 de abril por parte de Cruz Roja en Cantabria.

“Es un trabajo en el que hay mucha gente joven y con la que compartes intereses, la media de edad está entre los 19-25 años. Mi experiencia ha sido muy buena, estoy encantada”, afirma. El año pasado aprovechó el verano para preparar el curso de Primeros Auxilios, y después lo complementó con el de DESA. Luego, se matriculó en el de socorrismo acuático: “Para mí, el mejor, y en el que más he aprendido”, expone, en parte porque “las dos personas que lo imparten trabajan en el sector, en playas, y son muy profesionales”, alega.

Nadar es importante, admite, pero no lo único: hay que saber gestionar situaciones al límite. “En la piscina nos han enseñado todo tipo de técnicas muy útiles, pero ir a la playa es muy diferente, te das cuenta de los riesgos y dificultades que hay”. Para Dolores fue una suerte, además, que pudieran ir una mañana en lancha al Sardinero, donde pudieron vivir una experiencia todavía más real de su futura profesión.

"El socorrismo me parece la mejor manera de empezar a trabajar en este sector"

Aunque reconoce que las pruebas han sido complicadas, evidencia que tiene sentido que sea así, ya que “tienes que saber” lo que haces. “A mí el socorrismo me parece la mejor manera de empezar a trabajar en este sector porque empiezas con conocimientos que, además, son interesantes para todo. Los primeros auxilios son muy útiles siempre. Es un trabajo que me encanta, me parece el mejor que puedes tener a una edad joven”, sostiene.

Marcos Santibáñez cumplirá los 18 a principios del verano. Tiene en mente estudiar Ingeniería Industrial, pero, aun así, ha decidido formarse y presentarse a las pruebas de acceso a socorrista. Y con convicciones claras. “Soy consciente de que hay otros puestos de trabajo mejor remunerados o en los que se requiere de menor cualificación, pero el socorrismo es un trabajo bastante más noble que, además, tiene un horario algo más flexible”, expone, y matiza “no solo es más saludable por el hecho de que estás al aire libre, sino que también tienes la oportunidad de ganar dinero ayudando directamente a los demás”.

Respecto a cómo vivió las pruebas de acceso, apunta que “he reforzado mi teoría de que cuanto más esfuerzo le des a una cosa en particular mejor resultados vas a obtener”. También se queda con el trabajo en equipo: “Antes del examen compartíamos dudas y las resolvíamos de manera más rápida y sencilla con lo que íbamos mejor preparados. Varias cabezas piensan mejor que una sola”. 

Por todo ello, no duda: “Considero que ser socorrista es un muy buen acceso al mercado laboral, ya que obtienes conocimientos acerca de los primeros auxilios y tienes trato directo con las personas. Trabajas facultades que se pueden llegar a valorar bastante en futuros puestos de trabajo”.

Conseguir el primer trabajo, un reto para jóvenes 

Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) en 2024, la población activa entre 16 y 29 años ha aumentado un 1,61% con respecto a 2023. El número de jóvenes ocupados ha crecido un 4,34% concentrándose principalmente en el sector servicios, mientras que la tasa de paro juvenil ha alcanzado su nivel más bajo en la última década. Son cifras que consolidan una tendencia positiva en el empleo joven desde 2021, y que reflejan la recuperación y generación de empleo tras la crisis sanitaria de 2020. 

El sector servicios, dentro del cual se enmarcan actividades recreativas y de entretenimiento como el socorrismo, se mantiene un año más siendo el que concentra el grueso de los contratos suscritos por las personas jóvenes, concretamente el 79,38% del total. Según el Informe del Mercado de Trabajo de los Jóvenes Estatal de 2024, por otro lado, durante la última década se ha reducido la contratación de jóvenes en ocupaciones de menor nivel de cualificación, por lo que formarse es, hoy más que nunca, esencial.

Pero no siempre es sencillo acceder a un empleo digno de calidad. De ahí, precisamente, que existan iniciativas de Cruz Roja que busquen favorecer la inserción laboral de colectivos más desfavorecidos. A nivel estatal, en concreto, hay dos iniciativas que se complementan con otras desarrolladas a nivel territorial y que se centran en jóvenes. Son la iniciativa Aceleradores GO de empleo juvenil (cada año, más de 12.000 jóvenes aceleran su camino al empleo y 5 de 10 consiguen un trabajo) y la iniciativa TÁNDEM de formación en alternancia con el empleo (donde ya se ha dado la oportunidad a 630 jóvenes de obtener un certificado profesional y adquirir experiencia profesional).

Con una tasa de inserción de jóvenes del 57%, es decir, 6 de cada 10 encuentran un empleo (a veces incluso dentro de la propia organización), Cruz Roja se erige como una de las mejores aliadas para adentrarse en el mundo laboral. Y pocos comienzos son tan simbólicos, tan valiosos, como el del socorrismo: un trabajo que enseña a cuidar, a reaccionar y a estar presente.