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Miguel Luengo-Oroz: “Debemos asegurarnos de que la IA nos potencia, no nos sustituye”
BEGIRADAK
MIGUEL LUENGO-OROZ
“Debemos asegurarnos de que la IA nos potencia, no nos sustituye”
MIGUEL LUENGO-OROZ
27/05/2025
IDAZLEA:
ELKARRIZKETAGILEA:
Silvia Llorente

Humanidad

Imparcialidad

27/05/2025
IDAZLEA:
ELKARRIZKETAGILEA:
Silvia Llorente

Humanidad

Imparcialidad

Pionero en el uso de la inteligencia artificial y el big data al servicio de las personas

Con una trayectoria que atraviesa la ciencia, la innovación y el compromiso social, Miguel Luengo-Oroz (Oviedo, 1981) es pionero en el uso de la inteligencia artificial y el big data al servicio de las personas. Fue el primer científico de datos de Naciones Unidas, donde lideró proyectos globales centrados en la acción humanitaria y la sostenibilidad, y hoy continúa recorriendo ese camino como fundador y CEO de Spotlab, una empresa que aplica IA y tecnología móvil para hacer accesibles los diagnósticos médicos en todo el mundo. Científico, emprendedor, asesor y también docente, Luengo-Oroz ha sido uno de los participantes de la última edición del Summit #ConversacionesHumanitarias: Tecnología y Vulnerabilidad auspiciado por Fundación Cruz Roja Española y nos cuenta en esta entrevista cómo es la tecnología que se hace con propósito.  

En Spotlab combináis inteligencia artificial y tecnología móvil para mejorar el acceso a diagnósticos médicos. ¿Cómo funciona vuestro modelo y qué impacto está generando en el sector? 

En Spotlab hemos creado una fábrica de algoritmos de inteligencia artificial para democratizar el acceso al diagnóstico médico de precisión y a la investigación biofarmacéutica. Nuestros algoritmos, por ejemplo, analizan automáticamente imágenes microscópicas, tareas tradicionalmente realizadas por especialistas humanos bajo el microscopio, logrando mayor rapidez y precisión diagnóstica. En el proyecto ALMA colaboramos con hospitales punteros como el 12 de octubre y hemos construido un modelo de inteligencia artificial que ayuda al diagnóstico de cánceres de la sangre como la leucemia mediante el análisis de imágenes de muestras de médula ósea. 

Uno de los grandes retos de salud a nivel global es la falta de acceso a diagnósticos tempranos. ¿Cómo puede la IA ayudar a reducir esta brecha y qué casos de éxito habéis visto en este sentido en Spotlab? 

Creemos que la IA tiene el potencial de reducir la brecha de salud entre quienes cuentan con más recursos y los menos favorecidos. La clave es que la mejor tecnología esté disponible tanto para hospitales punteros como para centros más pequeños. Nosotros integramos los algoritmos de inteligencia artificial en smartphones – con ayuda de la Unión Europea y la Fundación de Gates hemos desarrollado una app que, en lugar de usar filtros para embellecer un selfie, aplica visión por computador para diagnosticar todos los parásitos y células malignas que se pueden ver en una muestra de sangre, orina, etc. Hemos llevado esta misma tecnología de IA utilizada en centros de referencia para diagnósticos oncológicos, a lugares como Etiopía -colaborando con DNDi en ensayos clínicos para la leishmaniasis-, a Bolivia para Chagas, a Costa de Marfil para filariasis – enfermedad que causa la elefantiasis-, o a Marruecos para el análisis del líquido cefalorraquídeo en neonatos. 

¿Qué oportunidades abre la IA para mejorar la ayuda humanitaria, la respuesta a emergencias o la prevención de desastres naturales como inundaciones o incendios? 

La IA abre enormes oportunidades en ayuda humanitaria y emergencias, facilitando respuestas más rápidas y efectivas, y ayudando a la simulación de escenarios y al diseño de políticas públicas. Por ejemplo, mediante análisis satelitales podemos identificar rápidamente zonas afectadas por inundaciones, incendios o conflictos, y a través de modelos predictivos anticipar brotes epidémicos, lo que permite planificaciones y acciones preventivas más eficaces. 

El uso de la IA también entraña riesgos. ¿Cómo se puede garantizar que las herramientas sean éticas, precisas y accesibles para quienes más las necesitan? 

Para garantizar una IA responsable es esencial integrar principios éticos desde el diseño inicial hasta la implementación final. Los riesgos clave incluyen los sesgos, la explicabilidad, la privacidad, la responsabilidad y la prevención del uso indebido. Todo esto debe de hacerse con especial cuidado al trabajar con poblaciones especialmente vulnerables, como en momentos de crisis, conflictos o con niños, donde principios como la privacidad son aún más relevantes. 

"LA IA ABRE ENORMES OPORTUNIDADES EN AYUDA HUMANITARIA Y EMERGENCIAS"
FotoCita

Has trabajado como científico de datos en Naciones Unidas. ¿Qué te llevas de esta experiencia? ¿Por qué es fundamental que este tipo de organismos incorporen herramientas como la IA y el big data? 

He aprendido a traducir entre los lenguajes de muchas disciplinas – no solo técnicas y sociales, sino también culturales o diplomáticas. He tenido el privilegio de crear equipos multidisciplinares que han implementado proyectos de ciencia de datos e IA para acción humanitaria, salud y derechos humanos por todo el mundo, y también de trabajar en la creación de marcos internacionales relacionados con tecnologías emergentes como la IA o las neurotecnologías. Organismos como la ONU son necesarios en un mundo cada vez más fragmentado, y deben ayudar a sentar consensos internacionales para la gobernanza de las nuevas tecnologías y líneas rojas para que se respeten los derechos humanos fundamentales. Además, las agencias con mandatos operativos que apoyan la respuesta humanitaria deberían utilizar las mejores herramientas disponibles – incluidas las tecnológicas – para llevar a cabo su labor.

¿Cómo podemos fomentar una inteligencia artificial centrada en las personas y al servicio del bien común? 

La IA debe desarrollarse bajo principios claros como los establecidos por la OMS, priorizando la autonomía, la seguridad y el bienestar humano, la transparencia y explicabilidad, la responsabilidad y la rendición de cuentas, la inclusión y la equidad, y finalmente la sostenibilidad – incluyendo entender la huella de carbono de los algoritmos. La IA es “solo” una herramienta a nuestro servicio: debemos asegurarnos de que nos potencia, no nos sustituye. Y posiblemente uno de los puntos clave será que los modelos de negocio en torno a la IA no se centren en vender anuncios, sino en aportar valor real a la humanidad. 

De cara al futuro, ¿qué avances en IA para la salud te parecen más prometedores?  

La IA ya está revolucionando la salud: nos va a ayudar a encontrar nuevos medicamentos y vacunas, a erradicar errores diagnósticos, a encontrar el tratamiento adecuado para cada persona, a eliminar las listas de espera, a dar acceso universal a información sanitaria de calidad, a capacitar mejor a los profesionales de salud... La esperanza es que todos estos avances lleguen a todas las personas para reducir desigualdades. 

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