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El mejor rescate es el que no se produce
EL MEJOR RESCATE ES EL QUE NO SE PRODUCE


Humanidad

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Cruz Roja

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parte 1 rescate no
Las altas temperaturas no dan tregua. Conceden algún pequeño respiro, pero enseguida vuelve con fuerza, implacable y agotador, el sofocante calor. Este verano ya ha dejado máximas de 44 grados y noches tórridas con mínimas de 25 grados en algunos puntos del país. El termómetro amenaza con seguir subiendo, y son muchas las personas que no resisten la tentación de darse un chapuzón en el mar, si se encuentran en una localidad costera; o en ríos, lagunas y pantanos si, al contrario, están en el interior de nuestro país. Sin embargo, lo que podría ser un momento de alivio y diversión puede convertirse en algo mucho más serio en cuestión de segundos. Y es que estas zonas también entrañan peligros que, a menudo, se olvidan.
Tanto es así que, según datos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, un porcentaje considerable de los ahogamientos en España se produce en espacios acuáticos naturales como ríos, embalses y pantanos. Entre el 1 y el 30 de abril de este año 32 personas han fallecido por ahogamientos, y 13 de esas muertes han tenido lugar, precisamente, en ríos. Cruz Roja despliega todo su buen hacer y experiencia en muchas de estas zonas de interior y, como cada año, recuerda que, para evitar accidentes desafortunados, la mejor estrategia es la prevención.
parte 2 rescate no
Baja visibilidad, poco sentido común
Si por algo se caracterizan las zonas fluviales, como los ríos o las lagunas, es por su baja visibilidad. “Las aguas no son muy cristalinas”, confirma Jorge Navarro, responsable de Socorros de Cruz Roja en Ciudad Real. Con conocimiento de causa Jorge explica que el principal problema radica en que no se ve el fondo, lo que da lugar a una realidad totalmente distorsionada que entraña muchos riesgos. “Tirarse al río sin ver lo que hay abajo es muy peligroso”, recalca.
Uno de los lugares que acapara más atención en verano son las Lagunas de Ruidera. Situadas en el límite entre Ciudad Real y Albacete, forman un sorprendente oasis de vida en mitad de La Mancha, y son muchas las personas que aprovechan sus aguas cristalinas para refrescarse. Pero, aunque suponen uno de los pocos espacios que cuentan con vigilancia en la provincia de Ciudad Real ni siquiera eso las convierte automáticamente en “seguras”. Es más, “todos los años muere alguna persona”, lamenta Jorge. “La claridad es engañosa. Como la tierra es caliza y se ve un tono azul turquesa, la gente se hace una idea equivocada de su profundidad”, incide.
"La claridad es engañosa"
El Pantano de San Juan, ubicado a unos 60 kilómetros del suroeste de Madrid, es otro destino ideal para desconectar del calor veraniego. No en vano, es el único embalse de la Comunidad de Madrid donde está permitido el baño y los deportes acuáticos motorizados, por lo que cuenta con una cantidad de gente considerable durante estos meses de verano.
“En los pantanos los riesgos son menos evidentes pero igual de letales”, concuerda Alberto García Montero, responsable del servicio de salvamento y rescate de Cruz Roja en el Pantano de San Juan, en Madrid. Los fondos abruptos, la vegetación sumergida, las zonas de barro que inmovilizan o los obstáculos invisibles bajo el agua presentan “una peligrosidad silenciosa, pero muy real”, advierte.
Y es que, aunque este tipo de espacios no cuentan con el mismo nivel de señalización ni cobertura permanente que en el litoral, lo que genera una “falsa sensación de seguridad”, puntualiza Alberto, deben regirse por los mismos criterios que Cruz Roja tiene como brújula en este tipo es enclaves: anticipación, vigilancia activa y conciencia colectiva.
parte 3 rescate no
Remolinos y cuevas subterráneas: un riesgo al alza
Las corrientes son uno de los fenómenos más habituales en ríos y lagunas y, en contra de lo que se puede pensar, la mejor forma de abordarlas es, sencillamente, no luchar contra ellas. “La naturaleza, ya lo hemos visto con las DANA, te lleva donde ella quiere. Por eso se recomienda dejarse llevar manteniendo la estabilidad todo lo posible”, comenta Jorge Navarro desde Ciudad Real, que apostilla que son una de las particularidades más relevantes en muchos ríos y lagunas de la zona.
Otro consejo para escapar de una corriente consiste en dirigirse hacia un lateral, donde la fuerza de esta siempre resulta menor. Las corrientes, además, no son solo peligrosas porque arrastran a personas: también hacen lo mismo con todo tipo de objetos. “He visto cortes en muslos hechos con alambres enrollados”, cuenta Jorge.
“Recomendamos bañarse únicamente en zonas habilitadas y señalizadas, evitar entrar al agua tras consumir alcohol, no sobreestimar la resistencia física ni alejarse de la orilla si no se tiene una condición adecuada”, añade Alberto desde Madrid, en una serie de directrices que comparte Cruz Roja en todos los territorios en los que actúa.
parte 4 rescate no
Hinchables, ¿realmente son tan seguros?
Pasar un día en el río es la excusa perfecta para hacerse con hinchables. Pero estos, lejos de lo que se puede pensar, no siempre ayudan dentro del agua, especialmente si son de “mala calidad”, suspira Jorge. “Te crees que es un seguro de vida y en el momento en que se pincha en medio de un río ancho… a ver cómo sales. Hay que tener en cuenta este tipo de cosas antes de meterse”, reflexiona.
Sucede lo mismo en el Pantano de San Juan, desde donde son claros sobre este tema en concreto: “Si se va a usar embarcación, kayak o colchonetas, el chaleco salvavidas no es una opción: es obligatorio para la seguridad”, indica Alberto, que también puntualiza que en el caso de las familias con menores, la vigilancia debe ser especialmente “constante y activa”. Un segundo puede marcar la diferencia entre un susto o una tragedia, y por eso conviene no descuidarse en ningún momento.
parte 5 rescate no
El exceso de confianza, un imán para los problemas
¿Acaso nos confiamos demasiado? ¿Es que no sabemos los peligros que entrañan los ríos y lagunas? Jorge Navarro lo tiene claro: “Algunas personas no hacen cosas por miedo, pero a otras les da igual, y más si han bebido; ahí se desinhiben todavía más”, señala. “La mayoría de los incidentes graves que atendemos tienen un punto en común: la confianza mal entendida”, corrobora Alberto desde el Pantano de San Juan y agrega que hay personas que se adentran en zonas no habilitadas, que combinan el baño con el alcohol, que realizan saltos desde rocas sin conocer el fondo o que utilizan embarcaciones sin protección. Y no les pasa únicamente a jóvenes, quizá más despreocupados o inexpertos: nadie está a salvo de cometer este tipo de errores.
Nadie está a salvo de cometer estos errores
Algunas personas, durante sus vacaciones, se sienten especialmente temerarias: están dispuestas a hacer cosas que normalmente no harían. El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera se extiende a lo largo de unos 25 kilómetros y tiene 16 lagunas interconectadas por cascadas y canales. “Son bastante amplias y cuesta atravesarlas, tienes que ser un nadador experto”, menciona Jorge Navarro, responsable de Socorros de Ciudad Real, que confiesa que a veces la gente se lanza a hacer actividades para las que no está preparada.
parte 6 rescate no
Golpes de calor, importantes en cualquier lugar
Los golpes de calor son frecuentes en verano y ocurren cuando el cuerpo se sobrecalienta debido a la exposición prolongada a altas temperaturas, especialmente si existe deshidratación. En estos casos, entrar en contacto con el agua fría de manera brusca puede ocasionar cortes de digestión o síncopes. Por tanto, conviene exponerse con precaución ante el sol y tener en cuenta las medidas recomendadas por las autoridades para protegerse de él.
“Todos los años, lo que más vemos en verano, son golpes de calor”, precisa Jorge Navarro, que señala que además de en ríos o lagunas, tienen lugar muchas veces en las fiestas y ferias de los pueblos que se desarrollan en los meses de verano.
parte 7 rescate no
La prevención, la mejor estrategia
La prevención es clave para evitar cualquier contratiempo, más todavía si queremos disfrutar de un momento de relajación en el agua. “Trabajamos para que cada persona que llega al pantano sepa cómo actuar antes de que algo suceda”, dice Alberto García desde el Pantano de San Juan y remarca una vez más que muchas veces “los factores de riesgo son invisibles”. “Cuando el peligro no se ve, hay que estar aún más preparados para reconocerlo”, concluye.
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