Refugio significa futuro - Ahora
Nested Applications
Refugio significa futuro
REFUGIO SIGNIFICA FUTURO


Humanidad

Unidad
Contenidos
- La Humanidad por encima de todo: la labor de Cruz Roja
- Sara Mohamed Abuelgasim: cuando el idioma es la llave
- Abdul Hakim Albizat: de contable en Siria a aprender catalán en Barcelona
- Tamara Kolomiets: devolviendo la ayuda prestada
- Basem Hamood Ahmed Al-Quhait: resiliencia frente a todo
- María Alejandra Torres Rivera: superando todas las barreras
- Seguridad y dignidad, las claves para prosperar
Cruz Roja

Banner Compártelo Reportaje Pequeño
parte 1 refugio futuro
¿Qué te llevarías si tuvieras que dejar tu hogar hoy mismo? Millones de personas en el mundo no tienen que imaginar la respuesta: la conocen. Son personas solicitantes de asilo, obligadas a huir de sus países por conflictos; persecuciones; motivos de raza, religión o nacionalidad; pertenencia a un grupo social particular u opiniones políticas. El 20 de junio se conmemora el Día Mundial de la Persona Refugiada, que pone el foco en la fuerza, el coraje y la resiliencia de estas personas que, al fin y al cabo, solo buscan una vida mejor. La fecha también visibiliza las realidades y dificultades que han superado y promueve una solidaridad y compromiso global.
España es uno de los países europeos que más veces ha conjugado el verbo “acoger”. Los números así lo demuestran. Desde enero hasta finales de diciembre de 2024, se presentaron en España 167.366 solicitudes de protección internacional, la cifra más alta jamás registrada en el país y con un predominio de nacionalidades de países latinoamericanos.
Buscar refugio es mucho más que cruzar una frontera: es empezar de nuevo. Y ahí Cruz Roja Española, con el apoyo del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, los Fondos Europeos (FAMI) y la colaboración de las diferentes administraciones públicas, desempeña un papel crucial.
parte 2 refugio futuro
La Humanidad por encima de todo: la labor de Cruz Roja
Cruz Roja Española lleva más de 30 años trabajando en el ámbito de las migraciones, cumpliendo con firmeza su principio de Humanidad. En 2024, la organización atendió a 42.478 personas solicitantes de protección de las cuales un 56,97% eran hombres y un 43,03% mujeres. Aunque la población ucraniana sigue siendo significativa (21,15%), destaca el aumento de personas procedentes de África Subsahariana, especialmente de Mali, jóvenes y sin redes de apoyo en España.
El grupo mayoritario atendido se sitúa entre los 18 y los 34 años (43,57%), seguido de personas menores (21,66%), y un porcentaje mucho menor de mayores de 65 años (2,62%). En el ámbito laboral, Cruz Roja ha ofrecido atención a 6.206 personas solicitantes de protección internacional, temporal o apátridas, de las cuales el 55% han sido mujeres. Desde un enfoque centrado en el acompañamiento personalizado, se ha facilitado el acceso a acciones de orientación, formación y cualificación, incluyendo el apoyo en el reconocimiento de titulaciones y la continuidad de estudios.
Gracias a estas acciones, un 32% de las personas participantes ha obtenido una cualificación profesional y un 38% ha logrado acceder a un empleo. Esta labor se ha sostenido, en gran parte, gracias a la colaboración con el sector empresarial: en 2024, Cruz Roja ha trabajado con 1.145 empresas para generar oportunidades laborales adaptadas a los perfiles y necesidades de las personas atendidas.
Por otro lado, durante el año 2024 Cruz Roja ha mantenido operativas 10.109 plazas de acogida en 47 provincias, y acompañado el proceso de inclusión social de 5.420 durante la fase de preparación para la autonomía. Gracias a esta labor, 15.042 personas han recibido apoyo jurídico en la tramitación de su solicitud de protección internacional y 13.181 asistencia psicológica para fortalecer su bienestar emocional. Teniendo en cuenta el volumen de personas no hispanohablantes en el programa, 9.062 personas han pasado por el servicio de aprendizaje del idioma en sus distintos niveles formativos, incluyendo alfabetización.
parte 3 refugio futuro
Sara Mohamed Abuelgasim: cuando el idioma es la llave
Procedente de Jartum (capital de Sudán), Sara Mohamed Abuelgasim llegó a España huyendo de la guerra, sin saber que este país se convertiría en su “nuevo hogar”. A su llegada a Madrid todo le resultaba raro: “El idioma era una barrera, las personas corrían de un lado para otro, la vida me resultaba ruidosa”, expresa en una sentida y emotiva carta.
“No soy sudanesa, tampoco española”
Durante los primeros meses, Sara solo podía pensar en su país de origen, llena de añoranza. No le fue fácil cambiar el kisra y el molah, platos típicos sudaneses, por la tortilla de patatas y la paella. Decidió empezar a aprender el idioma y lo que al principio le generó frustración acabó convirtiéndose en una herramienta fundamental para asentarse: “Empecé a encontrar similitudes entre el español y el árabe: azúcar, almohada, berenjena…”. Tender puentes entre ambas lenguas, reconoce, le hizo sentirse mejor.
Todo cambió cuando comenzó a entender las bromas. “El idioma no solo es comunicación, sino una puerta abierta a la cultura y a las emociones, un nuevo sentido de pertenencia”, reivindica Sara, que ahora reside en Albacete. Tras un tiempo en nuestro país se siente de dos mundos: “No soy sudanesa, tampoco española”.
parte 4 refugio futuro
Abdul Hakim Albizat: de contable en Siria a aprender catalán en Barcelona
Cuando Abdul Hakim Albizat llegó a Barcelona pasó 4 meses en la calle. “Fue una situación muy difícil porque no me sentía seguro”, confiesa este graduado en Economía y Comercio sirio de 46 años. Tras una vida trabajando como contable en un hospital, decidió hacer las maletas y solicitar asilo en España.
"La gente no debería tener miedo a las personas refugiadas"
Derivado a un centro de acogida en el Masnou, en Barcelona, Abdul pronto recorrió todas las escuelas de la zona hasta dar con una que le permitiera compaginar el aprendizaje del castellano con el catalán. “Me siento muy ayudado y tengo muchos amigos, así que me gusta mucho ir”, indica y expresa que se acuerda de todas las personas que le han ayudado cuando “no tenía nada”. “Esto es muy importante para mí porque toda mi familia y amigos están en Siria”, recalca.
Como usuario del programa de Protección Internacional de Cruz Roja, actualmente vive en un dispositivo de acogida en Calella (Barcelona) donde continúa estudiando idiomas y ha asistido a formaciones para reencaminar su trayectoria laboral. “Estoy dispuesto a conocer nuevos ámbitos laborales o bien continuar formándome en los que ya he ejercicio”, cuenta. Sus palabras de agradecimiento van dirigidas hacia Cruz Roja, el gobierno español y la gente. “La gente no debería tener miedo a las personas refugiadas porque la vida puede cambiar en un instante y cualquiera puede convertirse en una persona refugiada”, reflexiona.
parte 5 refugio futuro
Tamara Kolomiets: devolviendo la ayuda prestada
Corría otoño de 2022 cuando Tamara Kolomiets tomó la decisión: tenía que marcharse de Ucrania. Se había escondido en el sótano de su casa; había dormido en refugios antiaéreos; había vivido sin luz, agua y calefacción. El miedo que sentía cuando escuchaba sobrevolar aviones y misiles, el hecho de que la medicación diaria que necesitaba se le estaba acabando y la destrucción de su casa hizo que, finalmente, diera un paso al frente. “Escribí un mensaje a mis amigos, y les dije: ‘Si no nos volvemos a ver, os quiero’”, cuenta.
"Cuando acabe la guerra en mi país me gustaría volver a Ucrania"
España le parecía un país seguro y por eso puso rumbo hacia aquí. Acabó en Málaga, donde dentro del programa de Personas Refugiadas, recibió asesoramiento jurídico, acompañamiento a sus citas médicas, apoyo social y psicológico, y orientación laboral por parte de Cruz Roja. “Pude superar el estrés de la guerra y encontrar mi camino en un momento tan difícil de mi vida”, indica, “entonces me di cuenta de que tenía la fuerza suficiente para ayudar a otras personas y fue ahí cuando empecé como voluntaria en Cruz Roja”.
Ahora Tamara ayuda a otras personas que también proceden de Ucrania y les orienta y proporciona información sobre los recursos disponibles en España. También colabora en actividades de ocio terapéutico, como “pintura sobre tela, plantación de árboles y excursiones por Andalucía”. “Cuando acabe la guerra en mi país me gustaría volver a Ucrania como voluntaria de Cruz Roja y dar apoyo a las personas que lo necesiten utilizando la experiencia que estoy adquiriendo ahora”, concluye.
parte 6 refugio futuro
Basem Hamood Ahmed Al-Quhait: resiliencia frente a todo
Basem sufrió en Yemen persecución, malos tratos y tortura. Hace dos años que recaló en Valencia como beneficiario de Protección Subsidiaria y desde entonces lidia con el complejo cuadro de estrés postraumático y todas las dificultades que ello conlleva. A pesar de eso, desde que ingresó en el Programa para personas solicitantes y beneficiarios/as de Protección Internacional y Temporal, ha estado comprometido con sus objetivos, aprendiendo el idioma y realizando formaciones laborales con Cruz Roja en Valencia.
En diciembre de 2024 empezó a trabajar como agricultor en una empresa valenciana, donde sigue en la actualidad desempeñando una actividad que le ha hecho sentirse “útil y realizado”, y ha supuesto un impulso para mejorar su salud mental. “Trabajar y tener la mente ocupada me ha servido para no pensar y superar las experiencias vividas en el pasado; además de mejorar mi nivel de español y conocer mejor el funcionamiento de la sociedad española”, dice. “Tener un empleo digno me permitirá adquirir una vivienda y tener recursos económicos para reagrupar a mi mujer y a mis hijos próximamente y ofrecerles una vida digna”, añade.
parte 7 refugio futuro
María Alejandra Torres Rivera: superando todas las barreras
“Valiente”. Así se define María Alejandra y no es para menos: hace algo más de un año que salió huyendo de Colombia por motivos de género. Su discapacidad auditiva ha supuesto un obstáculo, pero gracias a su gran capacidad de resiliencia está aprendiendo en una asociación de personas sordas la lengua de signos española, que es diferente a la de su Colombia natal.
“Allí solo me comunicaba con mi entorno familiar y aquí he tenido que esforzarme para hablar mejor y también para entender a personas no sordas. He ganado capacidad de comunicarme porque no me ha quedado otra”, confiesa desde Guadalajara y explica que “las entrevistas para buscar trabajo por teléfono me cuesta mucho entenderlas y poderlas hacer bien. Es una sensación muy frustrante y difícil”.
"Me gusta siempre aprender más"
Incluso así, ha conseguido terminar con éxito la formación laboral y empezar a trabajar, aunque todavía sostiene que hace falta adaptar mejor esos espacios a las personas con discapacidad. Quién sabe ahora qué depara el futuro: “Me gusta siempre aprender más. Soy muy curiosa para conocer lo nuevo”, admite María Alejandra.
Un ejemplo (más) de que las personas refugiadas siempre aportan y suman a la sociedad.
parte 8 refugio futuro
Seguridad y dignidad, las claves para prosperar
Cruz Roja Española trabaja para que todas las personas que se ven obligadas a huir de sus países de origen gocen de seguridad, reciban un trato humano y digno, y tengan el apoyo que necesitan para prosperar en sociedades inclusivas. El objetivo es que las personas migrantes puedan acceder a asistencia humanitaria y protección a lo largo de sus rutas de migración de una forma digna y segura, y para ello la organización contribuye a su acceso a servicios de salud, apoyo psicosocial, y servicios de agua, saneamiento e higiene, además de facilitar que las personas migrantes puedan reestablecer y mantener el contacto con sus familias.
En los países donde Cruz Roja Española colabora también promueve la inclusión socioeconómica de las personas migrantes junto a las comunidades que les acogen; comunidades que, a su vez, se benefician de sus competencias, experiencia y diversidad cultural. En 2024, el número de personas migrantes atendidas desde Cooperación Internacional por parte de la organización ha sido de 1.191.259.
Con las personas en el centro de su compromiso humanitario, Cruz Roja Española destaca la contribución positiva de las mujeres y hombres solicitantes de asilo en los países de origen, tránsito y destino cuando se atiende a sus necesidades, se protegen sus derechos y se apoya su inclusión social.
Banner Compártelo Reportaje
irits dadin. Partekatu.
Banner Home
