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Oasis: "Queremos ser orden en el caos"
A MIRADA DE
OASIS
“Queremos ser orden en el caos”
OASIS
13/05/2025
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Paula Pons

Humanidad

Imparcialidad

Independencia

13/05/2025
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Paula Pons

Humanidad

Imparcialidad

Independencia

Premio Cruz Roja Tecnología Humanitaria dentro de categoría juvenil JASE

Oasis es una red de contenedores que, mediante una tecnología integrada, proporcionan energía, conexión a Internet, organización y están cargados de kits de supervivencia únicos que cubren las necesidades básicas de supervivencia; siendo estos proporcionados según un sistema de identificación que también sirve para contabilizar el número de afectados. Este proyecto ha sido reconocido en la IX edición Premios Cruz Roja Tecnología Humanitaria dentro de categoría juvenil JASE (Jóvenes, Aunque Socialmente Emprendedor@s) dirigida en exclusiva a estudiantes de educación secundaria y formación profesional. Detrás del proyecto de Oasis están  Alejandro, Adrián, Lorenzo y Ricard, cuatro jóvenes estudiantes con edades comprendidas entre los 16 y los 18 años. 

¿Cómo y cuándo surge el proyecto Oasis?

El proyecto surgió porque, hablando entre nosotros –somos estudiantes en el instituto–, nos surgió una idea de cambiar la manera en la que se ayuda en crisis humanitarias. Gracias a FabLab, que es una organización juvenil de emprendimiento y de innovación que está en nuestro pueblo, Mejorada en el campo,  llevamos la idea a cabo.

Básicamente, nosotros lo empezamos a enfocar de una manera más hacia las migraciones.  Cuando vimos lo que pasó en Valencia con la DANA, nos hizo un clic, y pensamos, también podemos ayudar en estas situaciones de catástrofe naturales, en las que hay mucha gente a la que se le puede proporcionar una ayuda y un punto seguro. 

¿En qué consiste este exactamente este sistema de distribución de ayuda humanitaria? ¿Cuáles son las funciones principales de los containers?

El proyecto, básicamente, es una red de contenedores de respuesta rápida ante este tipo de situaciones, como ha dicho mi compañero, crisis migratorias, es decir, migraciones peligrosas o catástrofes naturales, como la DANA, y conflictos bélicos. ¿Cómo se actúa en cuanto ocurren estas situaciones? Nosotros mandamos los contenedores a estas zonas, que pueden ir por aire con helicópteros específicos que ya estamos estudiando, o por tierra. El tema del aire es muy interesante, porque, por ejemplo, con la DANA fue imposible llegar de otra forma al principio. Mandamos los contenedores y los contenedores van equipados con tecnología y cuentan con un sistema de dispensación de kits, de kits que van equipados con comida y agua.

Esta es solo una función de muchas. Lo que buscamos es ser un punto de apoyo hasta que sea necesario. Siguiendo con el ejemplo de la DANA, sistema de ayuda la idea es que se mantenga hasta que todo se ponga en orden, acabe el caos y vuelvan los recursos básicos como la electricidad o Internet. Nosotros queremos proporcionar eso, queremos ser orden en el caos. Además, también contamos con un sistema de paneles básicos, como si fuera una tablet dentro del contenedor, a través de los que podemos interactuar con los lugareños de cualquier zona. Por ejemplo, si nos aliamos con Cruz Roja, podríamos hacer que Cruz Roja mande ordenes a través de ese panel a los voluntarios mismos que estén allí.

¿Cuáles son las funciones principales de los containers?

Los containers tienen conexión a internet, sirven como punto para organizar a las personas voluntarias y también cuantifica cuánta gente pasa por el contenedor y cuánta gente solicita esa ayuda. Cuenta con un sistema de inteligencia artificial, conectada a una base de datos, con la que identificamos a los supervivientes, en el caso de una catástrofe natural. Si es una migración, un movimiento migratorio, también identificamos y cuantificamos cuánta gente pasa por esas rutas. Esto, por ejemplo, para los gobiernos es información muy valiosa.

¿Cómo funcionan los contenedores? ¿Es necesario un equipo humano in situ para abrir esos containers?

Eso es lo más interesante. Nuestro objetivo es que no requiera a nadie. Esto lo que hace es que la ayuda sea mucho más rápida. Estamos trabajando para que el sistema sea totalmente automático. Mandamos el contenedor y el contenedor ya lo hace todo. Quizás haya alguien monitoreando algunas cosas, asegurándose que todo está en orden, a distancia, pero en el lugar, no necesitamos que haya nadie.

¿Qué contiene cada kit de supervivencia?

Cada kit contiene alimento y agua. Lo queremos mantener lo más simple posible. Vamos a investigar si podemos incorporar más cosas, pero lo principal es comida y agua. La idea es orientar cada contenedor a cada una de las situaciones y en estos kits, como mucho, incluir productos de higiene personal y mantas térmicas. Depende de la situación, pero la idea es simplificar lo máximo posible para reducir costes y reducir el peso del contenedor. Tenemos claro que esos kits tienen que cubrir un mínimo de calorías y tienen que tener un aporte vitamínico de proteínas, aminoácidos… lo suficiente para sobrevivir al menos 24 horas con cada kit.

¿Con qué tipo de tecnología se alimentan los contenedores?

La idea es que la energía que acumula sea a través de placas solares. Estamos estudiando también si podemos meter un generador de energía eólica. También queremos instalar unas baterías que acumulen energía. Estamos estudiando todo el tema de la acumulación de energía para luego poder usar esa energía.  Nosotros nos preguntamos cuánta energía va a consumir cada contenedor y a través de esa pregunta sabemos cuánta energía es necesario recabar. Puede ser que con tres placas solares funcione, y si no, buscamos otra alternativa.

¿En qué punto ahora mismo se encuentra el proyecto? 

El proyecto ahora mismo está en desarrollo, en la fase inicial. Además de presentarnos al concurso de Cruz Roja también nos hemos presentado a otros, como  el Audi Creativity Challenge y nuestra idea es dar nuestro protecto a conocer.La idea de la implementación –siempre que colaborásemos con una entidad como Cruz Roja o con algún gobierno– es hacerlo de aquí a tres años. El primero de nuestros contenedores, Oasis Weather, que es para catástrofes naturales (lo que más urge ahora mismo porque con el cambio climático cada vez va a haber más episodios de este tipo en todas las partes del mundo), la idea sería la implementación a nivel nacional, mientras desarrollamos Oasis War que sería para guerras y Oasis Waypoint que sería para movimientos migratorios. De aquí a diez años la idea es implementar los otros dos tipos de contenedores a nivel internacional, que cualquier gobierno y cualquier organización pueda tener acceso a ellos. 

¿Eso serían vuestro clientes principales, organizaciones y gobiernos?

Sí. Somos un proyecto no lucrativo, al fin y a cabo esto es emprendimiento social. No buscamos hacernos ricos con este proyecto sino ayudar.

¿Por qué habiendo tantos campos en los que se podría emprender os habéis decantado por el sector humanitario?

Llevamos desde el año pasado relacionados un poco con el tema del emprendimiento social a través del Fab Lab, la plataforma del Instituto que nos ayuda a impulsar los proyectos. Yo el año pasado ya hice un proyecto de una aplicación para personas con movilidad reducida que lo seguimos desarrollando, lo presentamos a un concurso de La Caixa, lo ganamos y presentamos el proyecto en la ONU. A raíz de eso, yo me di cuenta de que es lo que a mí  me gustaría hacer en el futuro: ayudar a la gente e intentar aportar un granito de arena  a mejorar la sociedad. Yo conocía al resto de mis compañeros y empecé a hablarlo con ellos.  Teníamos claro que queríamos ayudar con el tema de las guerras y de los movimientos migratorios.  Tú puedes centrarte en el campo de la tecnología pero la satisfacción que tienes al saber que algo que ha salido en tu cabeza está ayudando a muchísimas personas en el futuro es inigualable.

¿Qué supone para vosotros y para el proyecto haber recibido el Premio Cruz Roja Tecnología Humanitaria en la categoría JASE (Jóvenes, Aunque Socialmente Emprendedor@s)?

Es un gran salto que nosotros no nos esperábamos. Através de Antonio Pampliega, que es un periodista muy reconocido de nuestro pueblo, empezamos a hablar con él y él nos llevó a Cruz Roja y poco a poco fuimos tirando de la cuerda y acabamos presentándonos al concurso,  que no era nuestro objetivo principal, porque simplemente estamos desarrollando el proyecto más mirando a largo plazo.  Pero nos salió bien, y fue un shock, estamos muy contentos y sobre todo es una motivación al ver que realmente vamos por el buen camino, que podemos materializarlo. Al final, nosotros estamos buscando validaciones  con expertos porque no sabemos si nos da idea es una locura o si realmente se puede llevar a cabo, y de momento parece que sí, que es bastante viable.  El hecho de ganar este concurso nos aumenta más ese reconocimiento.

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