Un pueblo, once mil árboles y el orgullo de favorecer el entorno y luchar contra el cambio climático - Ahora
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- El cambio climático en España es ya una realidad que agrava desigualdades y multiplica los riesgos para la población más vulnerable. Desde Cruz Roja se trabaja para reducir estos riesgos a través de una respuesta local, preventiva y centrada en las personas. Una de estas actuaciones tuvo lugar en Reinoso de Cerrato (Palencia) donde se han plantando casi 11.000 árboles.
Los peligros climáticos y las condiciones climáticas cambiantes afectan la salud humana tanto de forma directa como indirecta, aumentando el riesgo de muertes, enfermedades no transmisibles, la aparición y propagación de enfermedades infecciosas y las emergencias sanitarias. Todos los aspectos de la salud se ven afectados por el cambio climático, desde el aire, el agua y el suelo, hasta los sistemas alimentarios y los medios de vida. Los impactos generalizados del cambio climático sobre la salud y los medios de subsistencia combinados con otros factores como la pandemia de COVID-19 o los movimientos de población han incrementado las vulnerabilidades, lo que a agrava el riesgo general de las personas frente al cambio climático en Europa.
Cruz Roja lleva años trabajando para reducir los riesgos del cambio climático en las personas, especialmente en las más vulnerables. Lo hacen mediante proyectos de adaptación comunitaria como la lucha contra la pobreza energética, la restauración de entornos degradados o la preparación ante emergencias climáticas, promoviendo también la educación ambiental y el uso de tecnología e innovación social.
El pasado mes de abril, enmarcado bajo la Estrategia CO(mpensa)2 de Cruz Roja, tuvo lugar en la localidad de Reinoso de Cerrato (Palencia) una reforestación en la que alrededor 150 personas, voluntarios y voluntarias de Cruz Roja, plantaron 780 arboles durante una jornada que se completó con la repoblación de otras 10.190 especies por parte del personal de la empresa adjudicataria de los trabajos. En total, 10.965 árboles de 13 especies diferentes, distribuidos en bosquetes, reforestando 2 parcelas, y un total de 12,34 hectáreas de espacios naturales degradados. Estas acciones han contribuido a la creación de un sumidero de CO₂ dentro del proyecto "Hacia la Neutralidad Climática +CO(MPENSA)2", avanzando en la compensación de emisiones y la mitigación del cambio climático.
Las actuaciones de reforestación impulsadas por Cruz Roja Española en los entornos degradados de Reinoso de Cerrato han logrado resultados significativos en términos de mejora ambiental y acción climática, permitiendo avanzar en la restauración ecológica del territorio, favoreciendo la mejora de la biodiversidad, la estabilización del suelo y la mitigación del cambio climático a nivel local. “Más allá del impacto ambiental, estas actuaciones han generado un fuerte vínculo emocional entre el entorno natural y las personas involucradas. La implicación del voluntariado y personal laboral de Cruz Roja y de los/as vecinos/as del municipio ha sido esencial como motor del trabajo realizado y como ejemplo de cómo la acción comunitaria puede convertirse en un catalizador de transformación social y ambiental. Este tipo de experiencias refuerzan la cohesión local y consolidan una conciencia ambiental compartida, imprescindible para afrontar los retos de futuro”, apuntan desde el área de Medio Ambiente de Cruz Roja en Castilla y León.
"Este tipo de experiencias refuerzan la cohesión local y consolidan una conciencia ambiental compartida"
Conciencia, vínculo y orgullo colectivo
Una opinión que comparte la alcaldesa de la localidad, Ana García Vega: “La plantación que hemos llevado a cabo junto a Cruz Roja en Reinoso de Cerrato ha sido mucho más que poner árboles en la tierra: ha sido una oportunidad para recuperar espacios muy queridos por nuestros vecinos, como la ribera del río —un paseo que forma parte de la ruta de la ribera del Pisuerga y recorrido casi diario de muchos de nosotros—, y otra parcela que, por desgracia, se quemó el verano pasado. La gente del pueblo está encantada y se ha implicado mucho, tanto en la jornada de plantación como en el seguimiento posterior. Los niños, por ejemplo, van a menudo a ver cómo crecen los árboles que plantaron, ya que los marcaron con unas etiquetas de madera hechas por uno de los vecinos, y cada uno sabe cuál es el suyo”, asegura.
Desde el Ayuntamiento de Reinoso se está desarrollando una campaña de sensibilización y respeto hacia la biodiversidad local. En este sentido, la colaboración con Cruz Roja ha sido un pilar clave, que ha permitido involucrar a personas de todas las edades. “En un pueblo pequeño como el nuestro, iniciativas como esta no solo mejoran el entorno, sino que también refuerzan el orgullo colectivo, la conciencia ambiental y el vínculo con la naturaleza que nos rodea”, concluye Ana García Vega.
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